jueves, 13 de junio de 2013

Los chimpancés también tienen policías 

para mantener el orden .

Donde muchos individuos conviven, surgen conflictos. En eso no nos diferenciamos de nuestros parientes más cercanos, los chimpancés. De hecho, si hay problemas en las comunidades de chimpancés, para garantizar que se mantiene la paz y el orden cuando varios se pelean, suele intervenir una tercera parte imparcial que actúa como árbitro o policía. Primatólogos de la Universidad de Zurich revelan en el último número de la revista PLoS ONE que se trata de un mecanismo fundamental para garantizar la estabilidad del grupo en estos primates. 

Normalmente los “guardias” simios son machos o hembras altamente respetados, que suelen resolver el conflicto satisfactoriamente y, por supuesto, de forma desinteresada. “Las bases de nuestro comportamiento moral en sociedad, destinadas a mantener la cohesión están fuertemente arraigadas; tanto que también se observan en nuestros parientes primates”, concluye Claudia Rudolf von Rohr, coautora del trabajo. 
Las nubes cada vez están más cerca de 

nuestras cabezas.

Las nubes de la Tierra se han situado un poco más bajas (un 1 % de media) a lo largo de la primera década de este siglo, según revela un nuevo estudio basado en datos de los satélites de la NASA. Los resultados podrían tener implicaciones para el clima global. 

Científicos de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) analizaron los primeros 10 años de mediciones globales de nubes a gran altura usando el Espectrorradiómetro Multi-ángulo de Imagen (MISR), un instrumento a bordo de la nave espacial Terra de la NASA. El estudio, publicado en la revista Geophysical Research Letters, revela una tendencia general de disminución de la altura de las nubes. La altura promedio de las masas nubosas se ha reducido de 30 a 40 metros en los últimos 10 años. 

El investigador principal, Roger Davies, afirma que, si bien el registro es demasiado corto para ser definitivo, proporciona un indicio de que algo importante podría estar pasando en la atmósfera terrestre. Aunque se requiere un seguimiento a más largo plazo para determinar los efectos del fenómeno sobre las temperaturas globales, todo apunta a que una reducción constante en la altura de las nubes permitiría a la Tierra enfriarse de manera más eficiente, liberando calor hacia el espacio y contrarrestando así los efectos del calentamiento global, que se volvería más lento. Está previsto que el satélite Terra continúe recopilando datos durante el resto de esta década. Los científicos han anunciado que seguirán de cerca los datos de MISR para ver si la tendencia continúa.

lunes, 10 de junio de 2013

El calor modifica los genes de 
las moscas.


En los últimos 37 años las temperaturas han subido, y estos cambios han tenido efecto sobre la composición de la mosca Drosophila suboscura, una de las más comunes en el continente europeo. Estas son las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, que han analizado la evolución del genoma de esta especie desde 1976. 

En un primer trabajo, los investigadores se centraron en uno de los cinco pares decromosomas que conforman el genoma de la mosca, e identificaron dos variantes: una cuya frecuencia aumenta durante el invierno y confiere adaptación al frío, y otra de adaptación al calor que prolifera más en verano. Los resultados revelaron que las moscas actuales, comparadas con las de los años 70, tienen una mayor proporción de variantes tolerantes al calor.

En el año 2011, aprovechando la ola de calor que azotó a parte del continente europeo, los científicos estudiaron el genoma total de la especie, y ampliaron el muestreo, antes realizado con moscas de una población cercana a Santiago de Compostela, con una población de la provincia de Guipúzcoa. Las conclusiones de este análisis, que se publica en la revista Biology Letters, revelaron que la ola de calor alteró profundamente la composición genética de Drosophila subobscura. En primavera, y en tan solo una generación, las poblaciones adquirieron una configuración genética típica del verano, y durante toda la ola de calor las moscas portadoras de las variantes genéticas adaptadas a las altas temperaturas dejaron una media de cinco descendientes más que las portadoras de variantes de frío. 

“Nuestros resultados indican que la resistencia al calor tiene un origen genético. No obstante, no podríamos hablar de un gen del calor o un gen del frío, sino que los factores genéticos de la resistencia al calor están distribuidos por todo el genoma, al menos en estos organismos”, ha explicado Francisco Rodriguez-Trelles, uno de los autores. Además, según indica, “los resultados que hemos obtenido son una prueba fehaciente de que el incremento de temperatura está influyendo en la evolución de algunas especies”.

Electrónica flexible hasta un 50 % más duro que el acero.

El disulfuro de molibdeno es un material parecido al grafito, muy abundante en la Tierra y que se ha revelado como una de las claves del futuro de la electrónica flexible, al presentar mejores rendimientos que los semiconductores orgánicos utilizados hasta el momento. Ahora un grupo de investigación español y holandés ha estudiado las propiedades mecánicas de este material en un trabajo pionero publicado en la revista Advanced Materials.
Para estudiar este prometedor material los científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y laUniversidad Tecnológica de Delft (Países Bajos) crearon láminas hasta cien mil veces más delgadas que un folio de papel y estudiaron su comportamiento con un microscopio de fuerzas atómicas. Con él consiguieron determinar la fuerza necesaria para deformar la membrana y romperla. Según el trabajo de los científicos, las nanoláminas de disulfuro de molibdeno son hasta un 50 por ciento más duras que el acero con la peculiaridad de que son "sorprendentemente flexibles".
Estas propiedades abren un mundo de posibilidades para la electrónica del futuro, pues utilizando plásticos como sustratos, capas ultrafinas de compuestos como el disulfuro de molibdeno o el grafeno pueden actuar mejor que los semiconductores actuales. Además, como indican desde la Universidad Autónoma, sus aplicaciones no solo se limitan a envases y revistas con pantallas flexibles, sino que también podría utilizarse para crear sensores versátiles como por ejemplo para controlar los daños estructurales de un edificio o adheridos a la ropa para monitorizar pacientes.
El disulfuro de molibdeno proviene de la molibdenita, un mineral muy abundante similar al grafito tanto en apariencia como en tacto, que se produce en depósitos minerales hidrotermales de alta temperatura.